Buscar

Nothing to lose, a world for being discovered

Etiqueta

relaciones

Pintar la habitación: más fuerte que la mente

OK, aunque por el título parece que no me haya tomado la medicación, no es eso.  Os voy a contar otro royo de  los míos mezclando un programa de bricomanía y un número especial de la revista Cosmopolitan: «Cómo superar una ruptura».

A ver… no se bien bien en el punto en el que me encuentro ahora mismo con mi pareja.  Lo cierto es que llevamos meses mal, él ya estaba avisado… pero a parte de un par de cenas y alguna escapada al cine… yo no he visto mucho cambio en unos cuantos meses que me he pasado dándole vueltas al tema de si esto es lo mejor para mí.

Bueno no quiero aburrir… porque es el rollo de siempre, cuando estamos bien estamos bien… pero cuando estamos mal… él directamente no está.  Ni se da cuenta de que lo estoy pasando mal, ni si se entera pregunta, ni hablamos ni nada.  Simplemente él se espera una horas, tal vez unos días, a que se me pase todo y luego vuelve hablándome como si no hubiese pasado nada.  Lógicamente la mierda se acumula en cantidades industriales y el día que explota todo… pues agárrate que vienen curvas.

Ahora mismo escribo esto con algo de humor, aunque lo cierto es que es un poco hipócrita, en plan… ah no tranqui, estoy de puta madre….. cuando me he pasado la última semana llorando cada noche 🙂 Pero hije es que no me queda líquido en mi cuerpo ni para mear.

Sin embargo, como ya sabéis,  es más fácil decirlo que hacerlo.  La última conversación con mi novio o… lo que quiera que seamos ahora… no acabó precisamente bien.. y yo soy de esas personas (seguro que NO SOY LA ÚNICA) que no vive feliz con cosas dentro guardadas.  La verdad es que me muero de ganas de hablar con él, no por que le eche de menos, que también, sino porque lo último que hablamos fue de si dejarlo o no, las cosas no quedaron ni por asomo claras y luego no hemos vuelto a hablar.  Entonces, ella (aká yo), rallada como una cebra dijo… «¡por Dios, distráete como sea!» porque a pesar de que yo sí lo quiera hablar… él parece que siempre está indispuesto, con lo cual la que acaba pasándose horas mirando la pantalla del teléfono esperando un mensaje, una llamada, un «¿quedamos?… pues soy yo! ¿Y que hizo la señora? Pues pintar la habitación.

Había leído artículos de que la gente cuando andaba mal con sus novies, rolletes, X.. se teñían el pelo o cambiaban de look o yo que se, que un cambio siempre viene bien vaya.  Pero yo adoro mi pelo y además soy pobre así que no me puedo permitir renovar mi armario.  Así que compre un bote de pintura (más bien dos) un rodillo y unas brochas y me dispuse a faenar.  Y oye… tengo que decir que ha ido bien.  No es que me haya curado todos los males… pero madre mía, es que no sabia yo la faena que daba pintar una habitación… Es que me he pasado 2 semanas! :’) Osa chiques… si algune está en la situación, o en otra diferente pero quiere hacer algo con su vida para distraerse… no hay nada mejor que pintar una habitación.  Relaja mucho, necesitas concentración (y así no piensas en cosas indecentes), desahogas tus penas y tu ira intentando mover un mueble que pesa 3 veces lo que pesas tú, y desconectas del teléfono durante horas, garantizado.

A lo mejor necesitáis un estímulo mayor para poder superar esas semanas o meses que estéis peor… ¡Siempre podéis pintar la casa entera! HAHAHAHA! Vale no, en serio, funciona! no caigáis en la trampa de ser siempre vosotres les que espráis delante del teléfono.  ¡¡¡Distráiganse!!! 😉

Y hasta aquí el consejo, espero que os sea útil bricosmopolitans! Hasta la próxima 😛

La confesión

Le confesé a mi novio que le fui infiel. Después de todo lo que hemos pasado este año, (romper y estar separados meses y luego hablarnos, y volver a discutir y «odiarnos» y luego hablar otra vez y al final volver juntos…), la relación que tengo ahora con él no es una típica segunda parte.  Creo que es algo así como una remasterización.  Siento que es el mismo amor de antes pero de mejor calidad, más maduro, mejorado.  Lo cierto es que ahora estamos el doble de unidos y confiamos el uno en el otro más que nunca.  Sin duda, yo por lo menos, me siento mejor que nunca en esta relación.  Entonces, ¿porqué estropearlo contándole algo que ocurrió hace tanto tiempo y que podría arruinarlo todo? Seguir leyendo «La confesión»

Temas, temas, temas

Últimamente de lo único que hablamos mi novio y yo es de cómo nos ha ido el día, de mis clases de redacción o sus clases de mecánica, de los coches que ha reparado en su trabajo, de como ha ido el día otra vez.. en fin, que me aburro.  Osea.. está bien hablar de esas cosas y tal… pero hemos caído en la monotonía temática y… me abuuu-roo.

El caso es que le he preguntado hoy por un tema nuevo, yo que se, para hablar de algo diferente y mi elección ha sido la masturbación. Ok. igual te has quedado un poco whaaaaat? Si, él tambien se ha quedado así.  Le he hecho un par de preguntas y se ha colapsado y ha decidido que no iba a contestar y en ved de eso iba a mirarme con cara de cállate.  Entiendo que haya temas de los que no quiera hablar, no se por que Seguir leyendo «Temas, temas, temas»

3 años, 4 meses y aproximadamente un millón de besos después…

Hola, me han dejau. Bueno realmente ha sido un acuerdo mutuo de esos a los que llegan las personas adultas cuando hablan de que su relación ya no funciona, o eso fue lo que intentamos. Lo cierto es que las rupturas nunca han sido cosa fácil y esta vez, después de pensarmelo mucho mucho mucho, pensé que estaría más preparada.  Después de una relación de tres años con un chico más bueno que el pan, acabé aburrida de esa bondad, de esa monotonía y estabilidad constante.  Seguir leyendo «3 años, 4 meses y aproximadamente un millón de besos después…»

Basado en una historia fictícia

Es extraño el recelo que se tienen las películas y la vida real.

Al parecer a los directores de cine les emociona muchísimo hacer una película basada en hechos reales.  Obviamente luego le pueden añadir más o menos drama al asunto, pero parece que una película basada en una historia real es equivalente a un helado recubierto con virutas de colores: roza la perfección.

Lo absurdo de esto es que nosotros en nuestra vida, me refiero a nuestra vida real, a la que vivimos como ciudadanos de a pié, con nuestras relaciones amorosas, amigos y amigas, familia, trabajo, colegio… esa vida, intentamos que se parezca a las grandes películas de Hollywood, donde los personajes viven aventuras fascinantes, amores románticos hasta la pota y finales felices que te hacen llorar a moco tendido.

Dadas las circunstancias no  puedo dejar de preguntarme ¿Porque buscamos siempre vivir una vida basada en una historia ficticia? Seguir leyendo «Basado en una historia fictícia»

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑